El Plasma rico en plaquetas (PRP) es un tratamiento biológico y seguro que estimula la regeneración de la piel utilizando los propios recursos del organismo. Este concentrado autólogo se obtiene a partir de una muestra de sangre del paciente, y es rico en plaquetas que liberan factores de crecimiento, responsables de activar la producción de colágeno, elastina, ácido hialurónico y otros componentes esenciales de la matriz extracelular.
El resultado es una piel más tersa, luminosa, hidratada y con mejor textura y calidad.
El procedimiento comienza con la toma de una pequeña muestra de sangre del paciente, la cual se procesa mediante centrifugación para separar y concentrar las plaquetas. Estas células, una vez activadas, liberan factores de crecimiento que estimulan los procesos de reparación y regeneración celular.
El PRP se aplica mediante microinyecciones superficiales en la piel, generalmente en rostro, cuello, escote o cuero cabelludo, según el objetivo del tratamiento.
El PRP es un producto autólogo y estéril, es decir, se obtiene de la propia sangre del paciente y se utiliza inmediatamente. Al no contener sustancias externas ni alérgenos, no genera rechazos, infecciones ni efectos adversos. Su seguridad está respaldada por décadas de uso médico en diversas especialidades como traumatología, dermatología y medicina estética.
El tratamiento está indicado tanto para mujeres como para hombres, y no requiere preparación previa. Es un procedimiento ambulatorio, rápido y sin tiempo de recuperación, lo que permite retomar la vida social de inmediato.
Suele recomendarse a partir de los 30 años, momento en el que la piel comienza a disminuir su capacidad regenerativa, aunque también puede utilizarse como terapia preventiva o en casos de envejecimiento prematuro.
El protocolo habitual consiste en:
3 sesiones iniciales, espaciadas cada 20 o 30 días
Un refuerzo a los 4 meses
Mantenimiento anual con 1 o 2 aplicaciones según necesidad
Este esquema puede adaptarse a cada paciente, según su edad, estado de la piel y objetivos específicos.
Los efectos comienzan a notarse en los primeros días tras la aplicación, con una piel más luminosa y revitalizada. Sin embargo, los resultados aumentan progresivamente, ya que los factores de crecimiento actúan a nivel del ADN celular, estimulando la producción natural de colágeno, elastina, ácido hialurónico, condroitín-sulfato, dermatan-sulfato y otros elementos clave de la dermis.
El efecto máximo se alcanza alrededor de los 30 días posteriores al tratamiento.